Una vez que hayas elegido el lugar, prepara el suelo adecuado. La Portulaca prefiere un suelo bien drenado y arenoso. Añade compost o materia orgánica para mejorar la estructura del suelo y asegurar un buen drenaje.

Llega el momento emocionante de la siembra. Obtén semillas de Portulaca en un vivero o tienda de jardinería local. Esparce las semillas uniformemente sobre el suelo preparado y cúbrelas ligeramente con una fina capa de tierra. Riega suavemente para mantener el suelo húmedo, pero evita el exceso de agua, ya que la Portulaca es propensa al pudrimiento de las raíces en suelos demasiado húmedos.

Después de unas semanas, comenzarás a ver los brotes de Portulaca emergiendo del suelo. A medida que las plantas crecen, comenzarán a formar un hermoso tapiz de flores en cascada. La Portulaca produce flores en una amplia gama de colores, como rosa, amarillo, naranja y púrpura, lo que brinda una explosión de color a tu jardín.

Mantén el jardín en cascada de Portulaca saludable y vibrante mediante un riego regular, pero evitando el exceso de agua. La Portulaca es una planta resistente a la sequía, por lo que no requiere un riego frecuente.

Disfruta de la belleza de tu nuevo jardín en cascada de Portulaca mientras atrae mariposas y abejas a tu espacio exterior. Esta planta también es ideal para atraer polinizadores y agregar vida y movimiento a tu jardín.

Con la incorporación de un magnífico jardín en cascada de Portulaca, transformarás tu pequeño jardín en un oasis de color y encanto. Disfruta de la belleza y la alegría que esta planta traerá a tu espacio exterior.

Fuente: https://www.homifine.com