Preparación de la maceta y el sustrato: Utiliza una maceta con buen drenaje y coloca una capa de grava o arcilla expandida en el fondo para asegurar un buen drenaje. Utiliza un sustrato de calidad, preferiblemente una mezcla de tierra para macetas y turba, que permita un buen drenaje y retenga la humedad.

Riego adecuado: Los ciclámenes prefieren un riego moderado y constante. Evita el exceso de agua que puede llevar al pudrimiento de las raíces. Riega la planta cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, evitando mojar las flores y las hojas.

Temperatura y humedad: Los ciclámenes prosperan en temperaturas frescas, alrededor de 15-20°C, evitando cambios bruscos de temperatura. También prefieren una humedad relativa alta, así que coloca la maceta sobre una bandeja con agua o utiliza un humidificador para aumentar la humedad ambiental.

Cuidado después de la floración: Una vez que las flores comiencen a marchitarse, recórtalas cuidadosamente para permitir que la planta se concentre en su crecimiento. Continúa regando y fertilizando la planta con un fertilizante equilibrado y de liberación lenta para promover un crecimiento saludable.

Reposo y rebrote: Después de la floración, el ciclamen puede entrar en un período de reposo. Reduce gradualmente el riego y coloca la planta en un lugar fresco y protegido de corrientes de aire. A medida que se acerca la primavera, la planta comenzará a rebrotar y podrás disfrutar nuevamente de sus hermosas flores.

Siguiendo estos pasos, podrás cultivar ciclamen de interior fácilmente y disfrutar de su belleza en tu hogar. Aprovecha estos consejos para crear un ambiente acogedor y colorido durante los meses más fríos del año. ¡Disfruta de la experiencia de cultivar estas encantadoras plantas en tu casa!

Fuente: https://www.homiful.com